Marco Tulio Cicerón, en latín Marcus Tullius Cicero,a pronunciado ['mar.kʊs 'tul.liʊs ˈkɪkɛroː] (Arpino, 3 de enerode 106 a. C. - Formia, 7 de diciembre de 43 a. C.) fue un jurista, político, filósofo, escritor, y orador romano. Es considerado uno de los más grandes retóricos y estilistas de la prosa en latín de la República romana.
Reconocido universalmente como uno de los más importantes autores de la historia romana, es responsable de la introducción de las más célebres escuelas filosóficas helenas en la intelectualidad republicana, así como de la creación de un vocabulario filosófico en latín. Gran orador y reputado abogado, Cicerón centró —mayoritariamente— su atención en su carrera política. Hoy en día es recordado por sus escritos de carácter humanista, filosófico y político. Sus cartas, la mayoría enviadas a Ático, alcanzaron un enorme reconocimiento en la literatura europea por la introducción de un depurado estilo epistolar. Cornelio Nepote destacó la riqueza ornamental de estas cartas, escritas «acerca de las inclinaciones de los líderes, los vicios de los comandantes y las revoluciones estatales», que transportaban al lector a esa época.
Constituido en uno de los máximos defensores del sistema republicano tradicional combatió, usando cualquier recurso, la dictadura de César. No obstante, durante su propia carrera no dudó en cambiar de postura dependiendo del clima político. Esta indecisión es fruto de su carácter sensible e impresionable. Intemperante, era propenso a reaccionar de manera excesiva ante los cambios. El escritor Asinio Polión escribió de él:¡Ojalá hubiera sido capaz de soportar la prosperidad con mayor autocontrol y la adversidad, con mayor energía.
Comienzos de su carrera política
Empezó su carrera política en 75 a. C., cuando alcanzó el cuestorado - primer paso del cursus honorum - en Lilibea (Sicilia). No obstante en 70 a. C. es cuando comienza a ser reconocido a raíz del proceso contra Verres; Cicerón representó a los sicilianos que acusaron a éste, ex-administrador de la provincia, de estar implicado en múltiples casos de corrupción y en el robo de obras de arte. El discurso de Cicerón resultó tan contundente que Verres, aunque estaba representado por el más célebre orador de la época - Hortensio - se exilió voluntariamente en Massilia (Marsella) inmediatamente después de esta primera intervención - la llamada actio prima.
En 69 a. C. obtuvo el edilato y en 66 a. C. el pretorado. Ese mismo año defendió el proyecto de ley del tribuno de la plebe Manilio, que proponía conceder aPompeyo el mando de la lucha contra Mitrídates; el discurso que pronunció - De Lege Manilia - le distanció de los conservadores (optimates) que se opusieron al proyecto. En ese momento Cicerón decidió liderar una «tercera vía», la de los «hombres buenos» - boni viri - entre el conservadurismo de los optimates y el «reformismo» radical de los populares; como consecuencia, la aparición en escena de populares como César o Catilina le llevó a acercarse nuevamente a los conservadores.
Guerra civil y actitud frente a César
En 50 a. C., a su regreso a la capital, una grave crisis política enfrentaba a César y a los conservadores liderados por Pompeyo. Cicerón se alineó con el picentino intentando sin éxito no distanciarse en exceso de César.
Cuando César comenzó la invasión de Italia (49 a. C.) Cicerón huyó de Roma como la mayoría de los senadores, escondiéndose en una de sus mansiones campestres. Su correspondencia con Ático expresa el desconcierto y las dudas que le atormentaron. Consideró el estallido del conflicto un desastre, independientemente de quien saliera vencedor.
César, que pretendía reunir a los senadores moderados, le escribió y le visitó en su villa, pidiéndole que volviera a la capital en calidad de mediador. Cicerón rechazó la propuesta declarándose leal partidario de Pompeyo, con el que acabó reuniéndose en el Epiro.
Plutarco escribe que Catón le recomendó permanecer en Italia, donde sería más útil para la República; el orador, consciente de que estas palabras evidenciaban su escasa importancia, decidió no intervenir directamente en los combates, y, después de Farsalia (48 a. C.), volvió a la capital y se reconcilió con César. En una carta a Varrón escrita el 20 de abril de 46 a. C. explica su papel durante la dictadura:
obra:Si nadie se sirve de nosotros, escribiremos y leeremos sobre la constitución del Estado, y si no pudiéramos en la Curia y el Foro trataremos de servir a la patria con nuestros escritos y en nuestros libros.
aelius, sive De amicitia, "Lelio, o Sobre la amistad" diserta sobre este tema afirmando que la única amistad posible es entre iguales y pondera la importancia de la misma para la felicidad humana, elevando su principio a lo más digno de la naturaleza humana.
En el diálogo, Cato maior, sive De senectute, "Catón el Viejo, o Sobre la vejez" manifiesta los beneficios que proporciona una vejez sana y las ventajas que reporta en experiencia y sabiduría.
Conocido es también De officiis (Sobre las obligaciones), obra que consta de tres libros, escritos en género epistolar. Estaban dirigidos a un "tú", que era su hijo Marco. El último libro es el más original y contiene un serio ataque contra los gobiernos dictatoriales; fue escrito cuando se hallaba huído de la persecución de Marco Antonio, poco antes de su muerte.
Como jurista Cicerón fue el mayor y más influyente de los abogados romanos de su época, usando de sus aptitudes en retórica y oratoria para sentar numerosos precedentes que fueron largamente usados. Como escritor, aportó al latín un léxico abstracto del que carecía, transvasó y tradujo numerosos términos del griego y contribuyó al idioma latín, transformándolo definitivamente en una lengua culta, apta para la expresión del pensamiento más profundo. Escribió numerosos Discursos, a veces agrupados por ciclos temáticos (las tres Catilinarias, las Verrinas, las catorce Filípicas contra Marco Antonio...) y bastantes tratados sobre Retórica y Oratoria, como el De oratore.
En el siglo iv de nuestra era, la lectura del Hortensius de Cicerón (obra actualmente perdida) despertó en la mente de San Agustín el espíritu de especulación. Durante el Renacimiento Cicerón fue uno de los modelos de la prosa y se leyeron ávidamente sus cuatro colecciones de cartas, conservadas y editadas por su secretario personal Tirón (al que se atribuye el perfeccionamiento de la taquigrafía), entre las cuales destacan las Epistulae ad familiares (Cartas a los familiares), donde se perciben sus veleidades políticas, sus gustos filosóficos y literarios, y la vida cotidiana de su casa y de la Roma de su tiempo.
Casi toda su obra manifiesta una gran preocupación sobre cuál debe ser la formación del orador, que estima que ha de ser integral y emprenderse desde la cuna, en lo que tuvo por mayor seguidor en fechas muy posteriores a Marco Fabio Quintiliano.
Como moralista, defendió la existencia de una comunidad humana universal más allá de las diferencias étnicas (Humanismo) y la supremacía del derecho natural en su obra maestra, el De officiis o "Sobre las obligaciones" y se manifestó contra la crueldad y la tortura.
Como filósofo no le satisfizo ninguna escuela griega y prefirió adoptar el pensamiento del Eclecticismo, tomando lo mejor de unos y de otros. Contrario alescepticismo radical, sostenía la necesidad de conceptos innatos e inmutables necesarios para la cohesión social y los vínculos relacionales de los individuos. Sus ideas sobre religión, expresadas en De natura deorum, (Sobre la naturaleza de los dioses), revelan sus creencias y su apoyo al libre albedrío. Casi todos sus trabajos filosóficos deben mucho a fuentes griegas, que trata con familiaridad y enriquece con su propio juicio; fue, pues, un gran divulgador y preservador de la filosofía helénica.
En política fue un republicano convencido, absolutamente enemigo de la tiranía, y se le deben obras dialogadas como el De re publica y De legibus ("Sobre la república" y "Sobre las leyes"). Compuso además un tratado De gloria que no se ha conservado y cuyo rastro se pierde en las manos del humanista Francesco Petrarca, que alcanzó a leerlo en la Edad Media.
OBRAS:
- Los 16 libros de las Epistulæ ad familiares (escritas entre el 62 y el 43 a. C.) se agrupan por destinatarios.
- Epistulæ ad Atticum, igualmente en 16 libros (escritas entre el 68 y el 43 a. C.), dispuestos en su mayor parte por orden cronológico.
- Epistulæ ad Quintum fratrem, en 3 libros (escritas entre el 60 y el 54 a. C.), recogen las escritas entre Cicerón y su hermano Quinto.
- Epistolæ ad Marcum Brutum, originalmente recogidas en 9 libros.
- De oratore (acerca de la formación del orador).
- Orator (retrato del orador ideal).
- Brutus, historia de la elocuencia griega y romana.
- De optimo genere oratorum, que versa sobre el mejor tipo de elocuencia.
- Partitiones oratoriae se refiere a las divisiones de los discursos.
- Topica, sobre los lugares comunes de los discursos.
- Discursos judiciales de defensa (Pro Archia poeta, Pro Roscio Amerino, Pro Murena, Pro Milone...).
- Discursos judiciales de acusación (In Verrem, o Verrinas etc).
- De re publicA, que propone como mejor sistema político el resultante de la fusión de la «monarquía», la «aristocracia» y la «democracia». El Libro VI incluye el «Sueño de Escipión», comentado por Macrobio.
- De legibus, sobre el derecho natural, las leyes sagradas y el orden estatal, así como sobre las funciones propias de los magistrados.
- De finibus bonorum et malorum (Sobre el sumo bien y el sumo mal, contraposición de las teorías epicúreas, estoicas, platónicas y peripatéticas).
- De officiis (Sobre los deberes, quizá la obra maestra de Cicerón; el último de sus tres libros es el más personal, escrito en parte bajo su aversión contra la tiranía de Marco Antonio).
- Cato Maior De senectute (Sobre la vejez).
- Laelius de amicitia (Sobre la amistad).
- De natura deorum (Sobre la naturaleza de los dioses).
- De divinatione (Sobre la adivinación).
- De fato (Sobre el destino).
- Catilinarias y Filípicas.
- De inventione (Sobre la invención retórica).
- De lege Manilia o De imperio Cn. Pompeii (Sobre la ley Manilia).
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